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En el artículo de hoy os vamos a hablar del arte de la taxidermia, el arte de naturalizar animales para conservarlos con apariencia de vivos y facilitar su exposición, estudio y conservación. Además de permitir un recuerdo visible de nuestras jornadas de caza de manera indefinida.

La palabra taxidermia proviene de la palabra griega “taxis”, que significa arreglo o colocación, y de “dermis” que significa piel. A lo largo de los años, se ha realizado la taxidermia sobre todo en mamíferos, aunque se puede realizar en cualquier animal.

Pero… ¿Cómo se llama la persona de realizar esta tarea?

Taxidermista. Los taxidermistas utilizan diferentes técnicas que han ido mejorando a lo largo de los años. El trabajo de los taxidermistas puede realizarse de manera profesional y destinarse, por ejemplo, a museos, y, además, pueden realizar su tarea a nivel de aficionado, como es el caso de cazadores, pescadores…

Un buen taxidermista debe tener conocimientos técnicos relacionados con la anatomía, la escultura, la pintura, la disección y el tratado y cuidado de las pieles.

¿El arte de la taxidermia es un arte actual o se remonta en los años?

La taxidermia ya se practicaba en la Prehistoria, se han encontrado raspadores que se utilizaban para desollar animales y curtir pieles en yacimientos de la época de la Edad de Piedra. Según seguimos avanzando a lo largo de la historia, en la Edad Antigua, se han encontrado ejemplos claros de técnicas de taxidermia, por ejemplo, con la momificación en Egipto tanto de personas como también de animales.

Según avanzamos a lo largo de los años el arte de la taxidermia se convierte en una práctica habitual a partir del siglo XVI, donde la mayoría de Reyes mandaban disecar animales como muestra de poder y notoriedad.

Curiosidad: el ave disecado más antiguo se conserva actualmente en la abadía de Westmister en Londres. La duquesa de Richmond mandó disecar a su loro en 1702.

Atención: el paquidermo más antiguo conservado se encuentra actualmente en el Museo de Ciencias Naturales de Madrid, se trata de un elefante indio.

A lo largo de los años diferentes autores fueron publicaciones acerca de la importancia de la taxidermia, cómo realizar una buena ejecución y saber qué hay que hacer con la composición de los animales. Entre todos ellos destaca: René Antoine Ferchault de Réaumur, que redactó uno de los primeros textos de taxidermia.

¿Sabes quién utilizó por primera vez la palabra taxidermia?

La palabra taxidermia no es una palabra que se haya utilizado desde la prehistoria hasta la actualidad. Este término aparece por primera vez en 1800 de la boca del naturalista François Marie Daudin. Y a partir de ese momento se generaliza el uso de esta palabra para referirse a este arte.

 A lo largo de los años y en la actualidad se utiliza la taxidermia para disecar cualquier tipo de animal, para conocer su morfología, para saber cómo eran esos animales, sus expresiones y también para dar la importancia que se merecen cada uno de estos animales.

Y ahora vamos a centrarnos más en los diferentes tipos de taxidermia que se realizan en la actualidad. Como hemos dicho antes, se puede naturalizar cualquier tipo de animal, peces, aves, mamíferos y reptiles… entre otros.

En el artículo de hoy vamos a centrarnos en el arte de la taxidermia en los trofeos de caza, un arte cada vez más valorado por los cazadores.

Con el artículo de hoy conoceréis cómo tenemos que cuidar nuestro trofeo de caza una vez disecado.

Los trofeos de caza tienen que mantenerse en perfectas condiciones, y para ello, lo primero es recurrir a buen taxidermista.

Pero una vez tengamos nuestra pieza en casa, ¿qué tenemos que hacer con nuestros ejemplares para que se conserven en las mejores condiciones y no se echen a perder a lo largo de los años?

En el caso de los cráneos y de los cuernos hay que limpiarlos siempre con un trapo húmedo con agua tibia para quitarles el polvo.

Importante: una vez al mes, se le puede aplicar a la cuerna, cera incolora para que mantenga su brillo.

Por su parte, los colmillos necesitan conservarse siempre con cierta humedad para evitar que se rajen. Lo más importante para conservar este elemento es que hay que aplicarles cualquier tipo de crema hidratante o vaselina cada 15 días.

Sin duda, uno de los elementos que requieren un cuidado mayor en la taxidermia es la piel de los animales. La piel siempre tiene que estar limpia de polvo ya que el polvo atrae a los ácaros y polillas. Es recomendable peinar la piel una vez el mes y rociar la pieza con un insecticida antipolillas.

¿Os ha gustado nuestra reflexión sobre el cuidado de animales naturalizados?

¡Esperamos que os hayan servido todos nuestros consejos sobre la taxidermia!

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