La Raposera esperaba una temporada más a Monteros del Hito, que había adelantado la
celebración de esta montería que normalmente caza al últimos de temporada, con la
intención de coger dentro las reses, como así fue a la postre.
Así, el pasado cinco de noviembre daba cita a sus habituales para después de un buen
desayuno y comentar lances pasados, dar las últimas indicaciones y comenzar con el
sorteo de las cuarenta y ocho posturas que hoy montaba sobre el mapa.
Con orden militar fueron saliendo las armadas, cerrando correctamente la mancha antes
de meter las traviesas y soltar los perros.
A petición de la propiedad, hoy el objetivo era disminuir el número de ciervas, que tras
varios años respetándolas se había incrementado en exceso, no siendo beneficioso ni
para la finca que tiene una carga ganadera considerable ni para la conservación de los
jabalíes en la zona.
El transcurso de la montería fue de más a menos, con mucho movimiento al principio
que se fue apagando conforme los perros fueron recorriendo todos los recovecos de esta
bonita finca extremeña, en un día que se esperaba de mil infiernos por las lluvias y el
fuerte temporal que durante el fin de semana azotaba la zona, pero que finalmente permitió montear en condiciones optimas.
Al final, en el plantel se pudieron ver un total de veintidós jabalíes, y veintinueve venados, entre los que había varios de buen porte más treinta y dos ciervas de gestión.
