Mediados de mes, esto significa el pronto inicio de una nueva época en la que dan comienzo algunas de las modalidades predilectas para los amantes de la caza menor, nos referimos a la media veda y a la caza del conejo, más concretamente a los descastes de conejo.
Actualmente el conejo se encuentra en un momento “extraño”, por una parte en unas zonas del territorio se ha declarado como en peligro de extinción mientras que en otras zonas como Castilla y León supone un grave problema para los cultivos declarándose plaga.
El pasado año, La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) presentó en la Cumbre del Clima de Madrid la declaración del conejo como especie en peligro de extinción y equiparó su situación a la que vive el lince ibérico. Este paso ha generado malestar entre el sector agrario principalmente de Castilla y León, donde desde hace años alertan de una «plaga» del conejo que dista mucho de los argumentos de este informe. Realmente las comunidades de Castilla y León, Castilla-La Mancha, Madrid y Murcia son las zonas más afectadas por la plaga, según Asaja, donde conviven desde hace años con una situación muy complicada de erradicar.
Sin duda los descastes de esta especie son fundamentales para reducir el daño en los cultivos de estas comunidades y son muchos los cazadores que les encanta practicar esta modalidad.
Como el equipo de HUNTY bien sabe, esta modalidad como muchas, supone madrugar para estar en el campo lo antes posible y con las primeras luces ya que el calor empieza a ser agotador en muchas zonas del territorio.
¿En qué consiste el descaste y que modalidades de descaste existen?
En primer lugar descaste se define como la acción y efecto de descastar, esto es, acabar con una casta o población de animales, por lo general dañinos, por lo que, estrictamente no sería un concepto bien aplicado, puesto que, en general, no se pretende acabar con la población sino reducirla con diferentes objetivos.
Son numerosas las modalidades que podemos encontrar, destacan las siguientes:
– Caza con hurón y red: Nos referimos a la tradicional caza de conejos con hurón que consiste en la colocación de los denominados “capillos”, redes de pequeño tamaño con un sistema de cierre a partir de una cuerda que corre por su perímetro y se fija con una pica al suelo en las salidas de los vivares de los conejos.
– Caza del conejo con hurón y escopeta: En este caso son varios cazadores los que se colocan en torno a las salidas de los vivares donde se va a introducir el hurón, esperando a que este logre espantarlo para tratar de abatirlo cuando el conejo sale.
– Rececho: Es un método típico de zonas de monte cerrado donde cualquier ruido alerta al conejo, el cual encuentra protección rápidamente escapando de nuestro campo de tiro. Más que un rececho como tal es una caza al salto lenta y silenciosa, consistente en esperar a los conejos en las zonas de alimentación a las que acudirán al amanecer y atardecer e ir avanzando despacio por el monte a la búsqueda de esas zonas querenciosas.
– Al salto en mano sin perros: Sería la modalidad típica de caza en terrenos con protección vegetal suficiente como para que los conejos pasen el día al aire libre bajo la protección de alguna sombra.
– Con perros sin escopeta: Modalidad típica de las zonas amantes de las distintas razas de podencos, principalmente en las Islas con sus espectaculares perros. Consiste en la utilización de dos o tres podencos por cazador que localizarán los conejos y tras una intensa persecución acabarán por matarlos tras sinuosos recortes, saltos, caídas y golpes.
– Batidas: Modalidad que se realiza en zonas donde la caza en mano es dificultosa por la espesura de la vegetación.
¿Qué arma/munición utilizar?
Las escopetas utilizadas son variadas y suele ir en función del gusto de cada cazador, de forma general las más utilizadas son las semiautomáticas.
Generalmente el cartucho necesitamos es un buen cartucho que nos guste utilizar, fiable, cómodo, práctico, suave, adaptado a las condiciones generales de tiro que tengamos por término medio en nuestro coto y zona donde cazamos habitualmente. Cartuchos que abran muy bien a distancia media, de 30 gramos y perdigón de séptima, para asegurar el lance, dependiendo del terreno, si por ejemplo el tiradero es algo más largo, pasamos a 32 gramos también del siete. Pensemos que los cartuchos de 32 cierran algo más el disparo, recomendable para tiros más largos.
¿Consejos de equipo?
Realmente junio ya es un mes de calor intenso dependiendo de la comunidad autónoma donde cacemos, por eso debemos de tener en cuenta la selección de ropa. En primer lugar y algo básico, es seleccionar ropa clara, esto no significa ir de blanco, sino cambiar ese marrón o verde oscuros por marrones claros que absorben notablemente mucho menos calor. Así mismo optar por tejidos transpirables en todo momento o tejidos más técnicos de secado rápido y con zonas de ventilación.
El calzado es fundamental, elegiremos unas botas de verano que se caracterizan por ser más ligeras y normalmente de media caña. Resulta muy importante en estas fechas que el calzado este perfectamente adaptado al pie, estrenar calzado en estas condiciones es la peor decisión que podemos tomar.
Utilizar crema es importante para disfrutar al máximo de una jornada de caza menor en verano y no sufrir quemaduras, en muchas ocasiones hacemos caso omiso o nos olvidamos de ella y las quemaduras son graves. Proteger la cabeza con gorras o sombreros también ayuda notablemente y por último algo muy básico, agua, agua en abundancia tanto para nuestros perros y hurones como para nosotros. Mantenerse hidratado en todo momento es lo más importante así como para nuestros fieles amigos.
Como punto final, desde HUNTY, creemos que esta modalidad es fundamental pero sólo es aconsejable en aquellas poblaciones estables o en crecimiento y con un número de efectivos elevado. Como siempre decimos, ¡La conservación va de la mano para un buen futuro de la caza!